Diagramas, reducción y progresiones/ Carlos Noé

Erik Castillo 

La secuencia de catorce piezas, titulada Cuadro a cuadro, es un conjunto de imágenes cuyo principio creativo se basa en la generación de cuadrantes digitales. La elección de la estética del blanco y negro otorga al proyecto un alto nivel de síntesis formal; y con la organización del espacio en términos de variación progresiva en la alternancia de zonas blancas y negras, el artista consigue un efecto potente –y simple, a la vez- de belleza serializada.

    Carlos Noé es un autor visual singular. Formado en el dibujo con referencias miméticas a la figura humana e incluso a las estructuras orgánicas, también es un creador propositivo en las tendencias de diagramación geométrica y de minimalismo abstracto. En la revisión de los proyectos que ha realizado en los campos de la pintura y de la gráfica, se nota una voluntad plástica por la construcción de series de obra regidas, cada una de ellas, por un conjunto de reglas o premisas muy claras y básicas.

Cuadro  cuadro es un proyecto que podría ser emparentado con la sensibilidad de artistas como Keith Haring, Philip Taaffe, Bridget Riley o Víctor Morales. A Carlos Noé le interesan, además, el Suprematismo ruso, el Neoplasticismo holandés de vanguardia moderna, y el minimal art contemporáneo. La sensación que transmiten las variaciones modulares de Carlos Noé, es relevante en la medida en que se trata de una obra articulada bajo la idea de un campo de estimulación perceptual/ psicológica.

La experiencia de recepción de este proyecto (muy en red con el set Pulsares, del propio Carlos), resulta interesante para el análisis: detrás del despliegue laberíntico de los meandros, después de la percepción del muaré óptico, podría revelarse un orden secreto, una estructura lúcida.